¡¡Bellísimo!!. Geranios y gitanillas por doquier con la luz de nuestra tierra, y a la sombra esas aspidistras, que crean un conjunto de luz y color simplemente ¡¡¡GENIAL!!!. Un abrazo Jesús.
Completamente de acuerdo con Manuel. Realismo absoluto del patio andaluz, concretamente sevillano-cordobés. La macetas era ornamento imprescindible en aquellas épocas, el pozo, al que se redodeaba de las mismas con diversidad de colores, el "lebrillo" en el que se lavaba las ropas, se tendía al sol...lo veo logradísimo en todos los aspectos, te felicito, resulta magnifico. ¡Qué luz, y detalles!
Muchas gracias por vuestros comentarios. A mi personalmente, cuando estoy mirando uno de estos patios, me da la impresión de haber vivido en ellos en otra época. Ésto es darle argumentos a los que creen en las reencarnaciones. Aunque realmente deben ser recuerdos inconscientes de nuestra primera infancia, sensaciones fuertes y profundas que experimentamos descubriendo el mundo que nos rodeaba y que ya no sentiremos así de intensamente en el resto de nuestras vidas. Abrazos Jesús
¡¡Bellísimo!!. Geranios y gitanillas por doquier con la luz de nuestra tierra, y a la sombra esas aspidistras, que crean un conjunto de luz y color simplemente ¡¡¡GENIAL!!!.
ResponderEliminarUn abrazo Jesús.
Completamente de acuerdo con Manuel.
ResponderEliminarRealismo absoluto del patio andaluz, concretamente sevillano-cordobés.
La macetas era ornamento imprescindible en aquellas épocas, el pozo, al que se redodeaba de las mismas con diversidad de colores, el "lebrillo" en el que se lavaba las ropas, se tendía al sol...lo veo logradísimo en todos los aspectos, te felicito, resulta magnifico.
¡Qué luz, y detalles!
Saludos cordiales.
Muchas gracias por vuestros comentarios.
EliminarA mi personalmente, cuando estoy mirando uno de estos patios, me da la impresión de haber vivido en ellos en otra época. Ésto es darle argumentos a los que creen en las reencarnaciones. Aunque realmente deben ser recuerdos inconscientes de nuestra primera infancia, sensaciones fuertes y profundas que experimentamos descubriendo el mundo que nos rodeaba y que ya no sentiremos así de intensamente en el resto de nuestras vidas.
Abrazos
Jesús